Les contamos 3 casos de empresas chilenas.
Las mismas fueron publicadas por la revista RH Management del país trasandino, quien se planteó como llevar a la práctica mejorar productividad en las organizaciones en su país, y ello armó un mesa redonda.
Es así que Humberto Fernandois, Gerente de RH y Asuntos Corporativos de la minera Mantos Copper, citó distintas medidas que implementaron como el perfeccionamiento de los contratos de trabajo en una reciente negociación colectiva, incluyendo bonos de incentivo para prácticas productivas.
Lo cual generó mejorar el uso de los tiempos de elaboración minera, sobre todo con los bonos relacionados a las metas de procesamiento y de producción de cobre fino.
Así también un plan de mantenimiento de instalaciones, mejoramiento de los tiempos de la confiabilidad operacional y un tercer eje que fue volver a mirar los servicios externalizados.
“Hemos mirado el tamaño de la organización, se trata de dos centros de trabajo distantes 500 kilómetros, faenas que estamos administrando con un grupo de staff superior que atiende a las dos operaciones, lo que significa mucho uso de las tecnologías de la información y la comunicación y también el desplazamiento, para estar presentes en los puntos de trabajo con cierta frecuencia.
Para lograrlo, han bajado los niveles de jerarquía, los niveles de capas de mando, y, en segundo lugar, dispusieron a mucha gente de línea de mando en terreno, minimizado así la necesidad de tener oficinas corporativas, explicó Fernandois.
Desvincular?
Por otro lado, Paula Moreno, Gerente RH y Desarrollo de la firma de calzados Bata Chile, describió el impacto de las medidas de desvinculación de personal que se vieron obligados a efectuar para mejorar sus índices de productividad.
“La productividad la estamos ligando 100% a las personas, disminuir dotación y con eso mejorar la productividad, vendiendo lo mismo o más con menos gente. Este año vamos a seguir, pero lo más fuerte fue en el año pasadoy claramente aumentó la productividad en una suma importante”, señaló.
Indicó que de esa forma, lo que sucede es que en el retail se mide la productividad dependiendo de la venta dividida por la cantidad de gente que realmente trabajó. Entonces el aumento de la productividad se puede dar porque aumente la venta a igual cantidad de gente o porque, a igual venta, baje la cantidad de gente.
Agregó que el impacto con los sindicatos también fue bastante fuerte porque eran reacios a poder hacer lo mismo con menos personal. Por el contrario, siempre están solicitando más recursos o argumentan que el trabajo es muy pesado, por lo que el impacto inicial fue muy potente.
En tanto que desee el contexto y una mirada integradora del proceso de mejoramiento productivo, Marta Valenzuela, Gerente de RR.HH. de Santa Rita Estates, encontró el incremento de la productividad como un fenómeno ligado a la innovación tecnológica en el seno de las empresas. “Más que asignar un peso a la fuerza laboral en la productividad, considero que este indicador está influenciado y determinado por la tecnología que cada empresa pone a disposición de sus equipos de trabajo y los niveles de capacitación de sus trabajadores”, dijo.
Empleador=Responsable
En ambos casos, continuó, es el empleador el responsable fundamental directo de las opciones de productividad a los que quiere llevar a su empresa.
Es así la empresa debe incorporar los equipos con la mejor tecnología y asignar a ellos personal capacitado para conseguir el mayor aprovechamiento de las prestaciones ofrecidas por sus colaboradores.
Por ello, la capacitación adecuada se puede garantizar tanto por la contratación de nuevo personal profesionalizado o especializado externamente, o por la capacitación específica para el mejor uso de los nuevos equipos dirigida a los trabajadores de la compañía.
Alego igualmente que una responsabilidad indirecta, pero clave es la del Estado, como orientador de la formación de los futuros trabajadores para proporcionarles herramientas básicas que faciliten y promuevan su adaptación a las nuevas tecnologías, todo esto mediante el establecimiento y financiamiento de planes y programas educacionales modernos, que consideren todas las nuevas variables tecnológicas y su evolución, sentenció.