Les compartimos un interesnte post publicado por Emilia Montero, Directora de I + D de Great Place to Work sobre nuestro rol en la cutural digital de nuestras organizaciones.
¿Lo estamos haciendo bien? Cuando las organizaciones implementan programas de reconocimiento digital, cuando los equipos de líderes se conectan vía Workplace para calibrar el desempeño y fututo crecimiento de sus top talents, o cuando la capacitación acerca de Etica y Compliance corre sólo por plataformas de e-learning, es importante reconocer el impacto que estas acciones tienen en las presunciones básicas de los empleados.
Más allá de los ejemplos, los datos son contundentes: el trabajo remoto es una práctica cada vez más utilizada entre las empresas. En dichas organizaciones es fácil reconocer que las interacciones que se generan y por ende, la cultura, se vuelven digitales. Hay muchos beneficios en esto: la experiencia del empleado se expande a través de múltiples interacciones, las oportunidades de aprendizaje y el conocimiento se vuelven más escalables. Sin embargo, pasar de la cultura cara a cara a una digital no es tarea sencilla, sobre todo cuando no se tiene conciencia de la huella que deja sobre la identidad de la organización. Muchas veces observamos que las empresas se embarcan en todo tipo de sistema digital de moda sin tomar en consideración que al hacerlo, influencian sobre ciertos aspectos que hacen a su propia identidad.
Cuando usamos herramientas de reconocimiento digital ¿mejoramos la percepción de las personas de sentirse valoradas? En nuestra investigación sobre Reconocimiento los resultados fueron inequívocos: la valoración personalizada del líder sigue siendo la clave para que las personas se sientan reconocidas. Una herramienta digital, acompaña, pero no modifica el comportamiento, ni motiva a la gente a dar más de sí.
Cuando usamos una herramienta digital de feedback, aumentamos la cantidad de interacciones que brindamos y recibimos. De esta forma, nos deslindamos del potencial dilema a la que muchas veces quedan sujetos los líderes de brindar feedback continuo prescindiendo del tiempo para hacerlo. Una vez más ¿para qué queremos brindar feedback? ¿para enviar señales claras del camino a seguir por parte de un colaborador, para ayudar a nuestros equipos a lograr sus objetivos?
Las herramientas digitales existen para ayudar a líderes y equipos a ser más productivos y a embarcarse en interacciones genuinas. Los talentos gravitarán cada vez más sobre estas herramientas. Cabe preguntarse entonces si la cultura organizacional existente sustenta estas nuevas prácticas.