Cada vez nos soprenden más las redes sociales, sus contenidos y sus historias. Para quienes nos leen con regularidad saben que es una de nuestras fuentes de consulta. En este caso Bruce Andersen nos cuenta como un rechazo a una oferta laboral nos puede inspirar.
Hace unos días, uno de los reclutadores de LinkedIn se sorprendió cuando un candidato le envió una reflexiva nota de agradecimiento escrita a mano y dos botellas de vino, después de que él rechazara la oferta de trabajo de LinkedIn.
Todo empezó cuando Natalie Lynch-Clark, reclutadora senior de LinkedIn en Chicago tenía un puesto de ventas sénior que cubrir cuando se encontró con una candidata que tenía «el perfil» para el puesto. Natalie, quien ahora maneja un equipo de reclutadores, encontró a esta persona como una candidata excepcional: amable, atenta, inusualmente abierta y transparente.
Le hizo saber a Natalie por adelantado que estaba hablando con otras firmas, y luego la mantuvo informada cuando comenzaron a llegar las ofertas de empleo. En última instancia, estaba considerando ofertas de cuatro compañías, incluida LinkedIn. Una de las otras oportunidades fue con un inicio, lo que le permitiría construir una organización de ventas desde cero.
La apertura del candidato le permitió a Natalie ser su asesora y conocer las opciones que venía manejando la candidata. Tanto así que juntos evaluaron los pros y los contras de las ofertas pendientes y profundizaron en los riesgos y las recompensas de trabajar para una startup (como oferta más interesante).
Al final, decidió que la Startup merecía los riesgos asociados. Llamó a Natalie y le explicó su decisión y dejó en claro que quería mantener la puerta abierta en LinkedIn. Luego llegarían los regalos y la nota de agradecimiento, que por cierto para Natalie fueron realmente memorables:
Quiero agradecerte nuevamente por todo y enfatizar cuán difícil fue la decisión de no aceptar la oferta de LinkedIn. Creo que el mundo de LinkedIn, su cultura y su gente, incluyéndote a ti. Espero que nuestros caminos se crucen de nuevo en el futuro y si hay algo que pueda hacer para ayudar, no dude en comunicarse.
“En todos mis años de reclutamiento”, dice Natalie, “nunca he visto a nadie que rechace una oferta de esa manera. Nunca he tenido una nota de agradecimiento o un regalo «.
Y Natalie se dio cuenta de que su decisión no solo era la correcta para ella, sino la correcta para LinkedIn. «Habría salido con el tiempo si hubiera aceptado nuestra oferta», dice ella, «porque se habría seguido preguntando: ‘¿Qué pasaría si?»
La Mejor Decisión para el Candidatos lo es también para la Empresa
La sinceridad puede ser contagiosa. Natalie respondió a la apertura de su candidato siendo abierta, dando consejos sobre posibilidades más allá de LinkedIn. «Por lo general, los candidatos no comparten que están negociando con otras compañías», dice Natalie. «Este candidato estaba abierto desde el principio, lo que me permitió darle una opinión más constructiva».
La mayoría de los candidatos entrarán con la guardia alta. La mejor manera de hacer que se abran es abrirse primero. Sea próximo y honesto. «¿Está teniendo una conversación reflexiva con un candidato», pregunta Natalie, «para asegurarse de que estén tomando la mejor decisión para ellos?»
Puede tener una influencia increíble en la trayectoria profesional de alguien sin que haya venido a trabajar para usted.
También hubo, en este intercambio, una poderosa lección de bondad. Los candidatos que aceptan trabajos rara vez son tan corteses y considerados como este. Lo que sin duda hizo que este gesto se destaque. Tanto Natalie como el gerente de contratación acordaron que no dudarían en volver a considerar al candidato en el futuro.
Esa misma cortesía y atención al detalle también pueden beneficiarte. «Piensa en cómo tratas a los candidatos», dice Natalie. Desea comunicarse de forma rápida, cortés y honesta con los candidatos, sin importar dónde se encuentren en el proceso de contratación, pero especialmente en las etapas finales. Agradézcales por su tiempo y, cuando sea pertinente, la oportunidad de conocerlos. Y dales el regalo de tu consejo, experiencia y punto de vista.
Nunca se sabe cuáles devolverán tu consideración aunque mantendrán en alta tu marca empleadora.
