El peculiar invento, cuya solicitud de patente fue presentando en Inglaterra, tiene como fin «ayudar a agilizar los tiempos de espera en los espacios públicos y/o laborales», según cuenta la BBC
La idea del Standard Toilet (así se llama el invento) le surgió a Mahabir Gill en un viaje por carretera, cuando quiso utilizar un sanitario y se dio cuenta que había largas filas para poder entrar y hacer sus necesidades.
La taza de baño tiene una inclinación hacia abajo en un ángulo de 13 grados, lo cual, según Gill, incomoda al usuario que a lo máximo podría estar sentado en ella de cinco a siete minutos.
Gill habló con la BBC sobre su invento y lo defendió asegurando que además de los «beneficios médicos y los riesgos de pasar demasiado tiempo sentado en el baño» su foco principal es la de aumentar la productividad de los trabajadores».
Y agregó, «se estima que, solo en el Reino Unido, las pausas extendidas de los empleados le cuestan a la industria y al comercio unas 4.000 millones de libras al año». Es por ello, el Standard Toilet promete «ofrecer la habilidad de incrementar la eficiencia de los negocios y las ganancias a través de las reducciones del uso de las redes sociales», que es a su parecer, la causa principal de las demoras en los baños.
Pese a que aún no se encuentra disponible en el mercado, el Standard Toilet ya cuenta con un sitio web en el que se dan detalles sobre su diseño. En este se explica que «los asientos de inodoro actuales tienen una superficie de asiento horizontal» que permite al usuario sentarse de forma relativamente cómoda durante «más tiempo del necesario».