Les compartimos un brillante artículo de Guillems Recolons que se viralizó esta semanas en las redes sociales de la península ibérica y que hace foco en el concepto de la retención.
La sola idea de retener el talento me trae la imagen de una persona tras los barrotes de una celda carcelaria. De hecho, una de las definiciones de la RAE cuando buscas “retener” es “imponer prisión preventiva, arrestar.”.
Y, sin embargo, retener el talento es una expresión todavía al uso de muchos departamentos de RR.HH. cuando se refieren a persuadir, fidelizar, motivar, o dar sentido al trabajo.
«Retener talento» es una empresión de esas que hay que sacar ya de la circulación. Y no es la única. Hay igual de oxidadas, como “clientela” o “personal”, que ponen a las personas como individuos de un rebaño.
“La clientela no está teniendo el comportamiento que esperábamos”. Oí esta frase hace poco en televisión del responsable de una cadena de establecimientos hoteleros. Me llevé las manos a la cabeza. La “clientela” son personas, con comportamientos complejos, que responden al miedo (Covid19, por ejemplo) de maneras distintas.
¿Es Leo Messi un talento “a retener”?
Esta semana se debate el futuro de uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo, y posiblemente de la historia. Quiero hacer constar que no soy ningún experto en este mundillo, que mueve cantidades ingentes de dinero.
Un día leo que el nuevo entrenador del F.C.B., Ronald Koeman, quiere retener a Messi como sea. Claro ¿y quién no? Pero si le preguntamos a Leo Messi si quiere ser “retenido” en el Barcelona posiblemente nos diga que no. Es un “no” razonado: ha cumplido un ciclo, un ciclo increíble, ha jugado de maravilla, ha conquistado trofeos, ha marcado goles, batiendo récords y, lo mejor, ha sabido “repartir juego”. Jugadores que sean buenos individualmente hay muchos, que lo sean jugando en equipo casi no hay, y por eso Messi es algo más que “alguien que mete goles”.
Nota: Mi amigo Oscar Del Santo me aclara que al tomar Koeman posesión del cargo de entrenador, y tras conversar con Messi, parece que ya existe una mayor predisposición a dejar que se vaya y hacer un “reset” de la plantilla del F.C.B. al completo
Empatía cero, la nueva enfermedad del S. XXI
Estos días me está sorprendiendo la cantidad de comentarios que escucho y leo de periodistas, amigos, falsos expertos, y hasta políticos, afirmando que Messi no se puede ir, que eso hundiría el “Barça”.
Entiendo que según esta teoría, es mejor “retener el talento” una vez más e impedirle volar hacia donde quiera. Pocos son los que se han puesto en el lugar del jugador -que ante todo es una persona- preguntándose ¿y yo, qué es lo que quiero hacer?
Ha habido un tiempo, muchos años, en los que Messi se sentía en casa, estaba contento con la marcha del Club, con las decisiones que se tomaban desde el área deportiva, de negocio… Estaba a gusto con el equipo, con los distintos entrenadores. Estaba motivado para seguir. Ya no.
¿Que le recomendarias a Messi?
No tengo acceso directo al crack para preguntárselo, pero he lanzado esta misma pregunta en una red social para ver las respuestas de mis amigxs. Nota: me han dicho que lo políticamente correcto para referirse a todos los sexos es poner una X, así ya no hablaremos de miembros y miembras, o miebr@s, sino miembrxs.
Las respuestas no forman una estadística relevante, pero cualitativamente me ha sorprendido que muchas personas piensan como yo: hay que dejar que haga lo que quiera.
Ha habido de todo: que fiche por el Madrid, que se jubile, que haga un FODA, que haga una parrillada… ja, ja, ja, ¡el humor que no falte!
Y ha habido dos respuestas que me han sorprendido, ambas de amigos publicitarios:
- Ayudar
- Ganarme el sueldo de forma ética, honesta y responsable
Desde luego, no estamos aquí para dar consejos sobre el futuro del astro, pero cuando lo tienes todo ¿qué te queda en esta vida? ¿seguir acumulando?
Es momento de recurrir al propósito
El propósito, ese gran desconocido para muchos, emerge con frecuencia en situaciones así. ¿Qué hago? Soy joven, tengo 32, puedo seguir jugando hasta los 35, mi forma física es buena.
Entonces, qué priorizamos ¿nueva “motivación” o propósito? Cada una nos lleva a escenarios distintos:
- Un nuevo equipo, quizás en su Argentina querida, aunque sea renunciando a algo de dinero.
- Quizás un equipo de esos con jeques árabes detrás, para asegurar que a los nietos de sus nietos no les faltará de nada.
- Hacerse un “Michael Jordan” y cambiar de disciplina, quizás con el fútbol playa o fútbol sala.
Propósito
Leo Messi creó en 2007 su propia fundación «Fundación Leo Messi». No le conozco personalmente, pero por su forma de ver la vida dudo que la creara con finalidades financieras, pagar menos impuestos… La hizo porque cree en un propósito más allá de todo esto.
El filantropismo es una práctica común en personas dispuestas a luchar por un mundo mejor (y con recursos para hacerlo, no nos engañemos). Si Messi recurre a su propósito, se abren otros escenarios:
- Descubrir talento en áreas deprimidas del planeta
- Entrenar talento, como puro hobbie
- Luchar contra la pobreza
- Luchar contra la degradación del planeta, por ejemplo, creando escuelas en lugares de máxima pobreza e impulsando la economía circular
En definitiva, y volviendo a mis amigos Xavi y Joaquim, ayudar, y hacerlo de forma ética, honesta y responsable.
Esperemos que los directivos del F.C.Barcelona no se aferren a contratos, papeles y otras formas de retener talento para dejar que este hombre menudo pueda ser más grande todavía. Se necesita empatía, y en este caso, agradecimiento, dejar que salga por la puerta grande y que la leyenda siga dando alegrías, esta vez al servicio de una motivación y -ojalá- de un propósito.