La plataforma ha hecho frente a sus críticos con un alza de nuevos usuarios así como de sus ingresos. según Financial Times.
Es muy fácil burlarse de LinkedIn. La red de profesionales tiene 18 años, la edad de Matusalén para la media de las redes sociales. Su insistencia en añadir funciones al estilo de Instagram puede dar vergüenza ajena. ¿Por qué querría alguien poner fotos en su página de LinkedIn que desaparecen? ¿Quién quiere ser un influencer en LinkedIn?
Sin embargo, la empresa está planeando añadir más funciones. La semana pasada anunció un «fondo para creadores» de 25 millones de dólares para animar a los usuarios a que pongan más contenidos. Los vídeos cortos tipo TikTok están en camino. Y pronto lanzará su propia versión de la aplicación de chat de audio Clubhouse.
No se rían. Lo más curioso de estos esfuerzos es que parecen funcionar. En los últimos tres años LinkedIn ha sumado unos 200 millones de usuarios nuevos. Sus ingresos anuales casi se han duplicado hasta alcanzar los 10.000 millones de dólares. Es un crecimiento del nivel de Facebook. No está mal para la red social con más burlas del mundo.
Quizá el hecho de no llamar la atención explique parte de su éxito. Lo bueno de tener una reputación discreta es que se conserva la confianza que pierden otras empresas de redes sociales. Un posible pretendiente de una amiga mía le preguntó si podían conectarse a través de LinkedIn antes de conocerse en persona para que ella pudiera comprobar que él era quien decía ser. Su razonamiento era que nadie falsifica un perfil en LinkedIn.
Mientras el mundo se preocupa por las consecuencias destructivas de las redes sociales, LinkedIn ha sido capaz de conseguir 750 millones de usuarios sin provocar ningún tipo de reacción. Mientras escribía este artículo me di cuenta de que ahora tengo más contactos en LinkedIn que amigos en Facebook, seguidores en Instagram o números guardados en mi teléfono.
Lo que es menos obvio es lo valiosas que son esas conexiones. Es fácil hacer clic en «sí» en un correo electrónico que te pide que te unas a la comunidad de LinkedIn. Pero si mis contactos estuvieran reunidos en una sala no tendría ni idea de quiénes son muchos de ellos. Probablemente lo mismo les sucedería a ellos conmigo. Puede que LinkedIn sea la mayor plataforma del mundo dirigida a los profesionales, pero carece del carácter adictivo que hace que la gente ponga cosas constantemente en Instagram o navegue sin cesar por TikTok.
Cuando Microsoft compró LinkedIn en 2016 por 26.000 millones de dólares, se consideró una cantidad de dinero muy excesiva por un sitio web de empleo poco rentable. Se especuló con que Microsoft iba realmente tras el simpático fundador de LinkedIn, Reid Hoffman. Hoffman es un miembro de la mafia de PayPal, el grupo de ex ejecutivos de PayPal que incluye a Elon Musk y Peter Thiel. Está bien conectado y es muy querido. Para cumplir su objetivo de transformar su negocio, Microsoft necesitaba su ayuda.
Aunque Hoffman entró en el consejo de administración de Microsoft, a LinkedIn se le dejó que se las arreglara sola. Con sede en una oficina bastante glamurosa en el centro de San Francisco, gana dinero vendiendo anuncios, servicios de contratación y suscripciones premium.
¿Podrán las salas de chat de audio y los vídeos cortos al estilo de TikTok hacer que pasemos más tiempo en LinkedIn? Tal vez. La empresa afirma que las conversaciones públicas entre usuarios ya aumentaron más de un tercio en el último año. Este tipo de participación es muy popular entre los anunciantes. LinkedIn obtuvo 1.000 millones de dólares en ingresos por publicidad en el último trimestre, casi el doble que el año anterior, aunque no ha revelado los beneficios.
El consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, siente mucha curiosidad por la creación de contenidos y las comunidades online. De ahí el intento de Microsoft de comprar TikTok y su interés por Pinterest y por la aplicación de chat Discord.
Para que LinkedIn sea más atractiva, los contenidos tienen que ser más interesantes que felicitar a un compañero de trabajo por su primer año en la empresa. Hay mucha gente que pone tópicos como «el trabajo duro da sus frutos». El reto de LinkedIn es conseguir que las personas con conocimientos valiosos los compartan con otras. Hay un apetito por esto. El atractivo de Clubhouse no era sólo el audio, sino que en las conversaciones profesionales explicaban sus conocimientos sobre sus sectores. Este tipo de conexiones no existen en las otras redes sociales.
Si LinkedIn tiene éxito, cabe esperar que sus rivales ofrezcan inmediatamente versiones copiadas. Facebook ya ha invadido su territorio al animar a sus usuarios a que busquen trabajo en su plataforma. Este verano TikTok lanzó un programa piloto llamado TikTok Resumes para que sus miembros encontraran el «trabajo de sus sueños» subiendo un vídeo con su currículum vitae.
Pero LinkedIn les lleva una buena ventaja. Si sus ingresos siguen aumentando, acabará siendo una compra valiosa para Microsoft. Facebook tiene una capitalización bursátil de un billón de dólares, más de 11 veces más sus ingresos anuales. Si LinkedIn se valorara de la misma manera, valdría al menos 100.000 millones de dólares. Quizá su compra no fue tan cara después de todo.