En el cambiante mundo empresarial actual, todo el mundo habla de diversidad. Y, sin duda, la diversidad es un aspecto que puede estimular la creatividad y mejorar la toma de decisiones, pero hay una parte clave de esta conversación que a menudo se pasa por alto: la neurodiversidad.
Las personas neurodivergentes (aquellas con trastornos como autismo, TDAH y dislexia) ofrecen diferentes fortalezas y habilidades que pueden hacer que sean adecuadas para roles de liderazgo. Sin embargo, las empresas suelen ser demasiado rápidas en ver a los empleados neurodivergentes como personas que necesitan ayuda en lugar de reconocer sus fortalezas. Como comunidad empresarial, debemos dejar de ver la neurodivergencia como algo que simplemente se debe acomodar y crear un entorno donde los empleados neurodivergentes puedan prosperar y avanzar hacia roles de liderazgo.
Sabemos de primera mano que las organizaciones que apoyan a personas neurodiversas en puestos de liderazgo tendrán una ventaja competitiva.
Cómo las fortalezas neurodiversas pueden revolucionar el liderazgo
Hemos recorrido un largo camino, pero la mayoría de las veces, los debates en torno a la neurodiversidad se centran en la adaptación (en lo que las personas necesitan para “salir adelante”), pasando por alto las fortalezas que los individuos neurodiversos pueden aportar a los roles de liderazgo.
“Esa no es la manera correcta de pensarlo. ¿Qué pasaría si, en lugar de eso, empezáramos a celebrar a los empleados neurodiversos por sus talentos únicos?”, dice Sam O’Donovan director de personal de AXA _ Global Healthcare, que ha trabajado durante años en el fomento de la diversidad en el liderazgo corporativo. “Algunos estudios han demostrado incluso que los equipos neurodiversos pueden ser hasta un 30 % más productivos que sus pares neurotípicos. Necesitamos adaptarnos a las necesidades de cada individuo para aprovechar sus habilidades únicas, como el pensamiento lateral y la resolución creativa de problemas”.
Sam señala: “Los líderes neurodivergentes aportan nuevas perspectivas e ideas, tienen la capacidad de reconocer patrones y ven conexiones entre cosas que otros no suelen ver, lo que los convierte en fantásticos solucionadores de problemas. Además, pueden pensar de manera crítica y abstracta, desafiar las normas y ofrecer aportes valiosos para el desarrollo de estrategias”.
Estas habilidades únicas pueden hacer que los individuos neurodivergentes sean adecuados para roles de liderazgo, pero corren el riesgo de verse frenados en entornos corporativos si se los pasa por alto.
Los verdaderos desafíos para los líderes neurodiversos
Seamos realistas: no es fácil para los líderes neurodiversos prosperar en un mundo diseñado para personas neurotípicas. Los entornos corporativos que dependen de la comunicación verbal, la sobrecarga sensorial y las rutinas rígidas son difíciles para cualquiera, y más aún para los líderes cuyos cerebros están conectados de manera diferente.
“Yo he pasado por eso”, dice la Dra. Phillips. “Al principio de mi carrera profesional me sentí abrumado por intentar mantener el ritmo en las reuniones mientras lidiaba con una sobrecarga sensorial, solo para descubrir más tarde que esta experiencia es típica de las mujeres autistas. Controlar los niveles de energía puede ser un desafío, pero con algunas adaptaciones, es posible prosperar y realmente aprovechar tus fortalezas. Debes determinar qué es lo que necesitas para trabajar de manera más efectiva y encontrar una organización que valore una fuerza laboral diversa”.
No se trata de darles a los líderes neurodivergentes un “trato especial”, sino de crear un entorno inclusivo en el que puedan liderar de manera eficaz. Como señala Sam, “las empresas que pueden adaptarse a las fortalezas únicas de sus líderes son las que prosperan. Los números no mienten: las empresas con más diversidad tienen un 36 % más de probabilidades de superar a sus competidores en términos financieros”.
Liderazgo basado en la empatía: el papel de las empresas
Aquí es donde las cosas se complican. La mayoría de las organizaciones ya tienen mucho que hacer y ahora les estamos pidiendo que hagan más para adaptarse a los estilos de liderazgo neurodiversos. Es fácil ver por qué eso puede resultar abrumador, pero la verdad es que el liderazgo basado en la empatía es la clave del éxito en este caso.
Todo comienza por comprender qué necesitan los empleados neurodivergentes y abrir un diálogo para ayudarlos a dar el siguiente paso hacia el liderazgo. “Esta no es solo una habilidad que se desea tener”, dice Sam. “Es fundamental. Cuando se capacita a los gerentes para que comprendan y valoren las fortalezas de los miembros neurodivergentes del equipo, vemos mejoras espectaculares tanto en la productividad como en la innovación”.
Hay muchas investigaciones que respaldan esto. Las empresas con culturas inclusivas no solo son más innovadoras, sino que tienen seis veces más probabilidades de ser líderes de la industria, según una investigación de Deloitte . Si los gerentes se toman el tiempo para comprender las perspectivas únicas que aportan los empleados neurodivergentes, la recompensa es enorme.
Transformando la conciencia en acción
No basta con hablar del potencial de los líderes neurodiversos. Las empresas deben actuar. El mundo está cambiando y el futuro del liderazgo es diverso.
Según muestran los datos, la mala salud mental y la falta de apoyo a las personas neurodivergentes le cuestan a la economía mundial la asombrosa cifra de 1 billón de dólares en pérdida de productividad cada año . Imaginemos cuánto más podríamos lograr si empoderáramos a los líderes neurodivergentes en lugar de frenarlos.
“Las empresas que liderarán el mañana son las que celebran la neurodiversidad hoy”, afirma Sam.
El mensaje es claro: crear entornos inclusivos no es solo una responsabilidad moral, es una ventaja estratégica. Los líderes neurodiversos aportan nuevas perspectivas que desafían la sabiduría convencional e impulsan la innovación real.